el proceso del embotellado del vino
A continuación, los pasos para desarrollar el embotellamiento:
1.Lavado de las botellas.
2. Llenado:
la botella se llena hasta un nivel aconsejable (se deja un espacio hueco por las dilataciones que pueda sufrir el vino) esta lo hace la misma llenadora, de una atmósfera de gas nitrógeno o gas carbónico para impedir la leve oxidación del vino que se da al contacto del vino con el aire en el trayecto que media desde la llenadora a la botella.
3.-Taponado:
La incorporación del tapón de corcho suele ser lo más habitual. Sin embargo, para los vinos que se van a consumir, se suele utilizar a menudo la cápsula de aluminio . La hermeticidad del tapón queda asegurada por la acción y efecto de aplastar, sobre el borde del gollete, una arandela o disco suave, neutro, impermeable, inatacable por el vino, al menos en periodos breves de tiempo, por eso no es fiable este método para vinos de crianza.
4. Encapsulado:
la cápsula, que normalmente es una aleación de estaño y aluminio, a parte de ser un elemento estético de la botella, asegura la inviolabilidad de la botella.
Los listillos que os digan que el vino esta malo cuando la botella esta de pie y exista “cierta distancia” entre la parte inferior de la capsula y la superficie del vino, es decir que se vea solo cristal entre ambos.
La etiqueta es importante para la imagen que el vino va a transmitir a las personas. Aunque siempre se han impuesto los motivos clásicos (escudos, armas, títulos etc.), cada vez más ha entrado el diseño moderno y postmoderno, quizás también dando la imagen de vino "diferente", "innovador", que "rompe esquemas", y es que ésa es la tendencia actual: la originalidad en enología, para delicia del buen aficionado deseoso de conocer nuevos estilos de vino.
Estas etiquetas, sean del tipo que sean, dan al vino una prestancia y elegancia que no tienen otros alimentos y que hacen del vino un producto respetado y muchas veces admirado.
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